En el emocionante camino hacia la culminación de tu grado académico, la defensa de tu trabajo representa un momento crucial. Este escenario, donde compartes con un comité de evaluación el fruto de tu dedicación, puede despertar nerviosismo y ansiedad en cualquier persona. Sin embargo, ¡no hay razón para temer! El tip 1 para una presentación exitosa radica en un factor esencial: conocer tu trabajo escrito a fondo.
Identifica los puntos clave de cada apartado
El número de apartados y el tipo de contenidos que se desarrollan en cada uno de ellos, dependen del formato y de las indicaciones que establece cada institución de educación superior. Sin embargo, aquí te damos una breve explicación sobre aquellos que debes tener muy claros. Tanto, que si tuvieses que exponer sin un documento de apoyo, puedas explicar todo.
1. Introducción
¿Qué es lo que ya se ha estudiado acerca de tu tema? ¿Qué te motivó a investigar sobre esto? Tener clara esta parte te ayudará a darle más sentido al resto de tu intervención y a que se comprenda muy bien el planteamiento del siguiente punto…
2. Objetivos, preguntas o hipótesis
No es necesario que los memorices, pero sí que recuerdes muy bien cuál es la esencia de cada uno de ellos. Ten en cuenta que estos son los que han definido toda la estructura y todo el contenido de tu trabajo de investigación, desde la metodología hasta las conclusiones.
3. Revisión bibliográfica
Como cada epígrafe o subtítulo de tu trabajo escrito ha de tener correspondencia con los objetivos, las preguntas y/o las hipótesis, ahora tienes que identificar por cada sección, qué teoría ha aportado más en tu investigación y quiénes son los autores de aquella teoría.
4. Metodología
Esto también debe reflejar la coherencia con los objetivos de investigación. Recuerda bien cuáles son las unidades de análisis (pueden ser personas, objetos, hechos, entre otros -a veces se habla de población y muestra-), cómo seleccionaste a esas unidades, qué técnica/s de investigación empleaste, qué instrumento/s y cómo lo/s aplicaste, cómo lo/s validaste, y qué técnicas de análisis utilizaste.
5. Resultados
Siguiendo el orden de los objetivos, preguntas e hipótesis, identifica cuáles son los resultados que no te gustaría dejar de contar a quienes están en el tribunal. Aquí se admite que recuerdes datos (cifras, porcentajes, etc.).
6. Discusión
Así mismo, ¿qué similitudes o diferencias entre tu investigación y las investigaciones de otros autores no quisieras que el tribunal se pierda?
7. Conclusiones
Recuerda que incluso aquí conviene seguir el orden de los objetivos. Normalmente, en un trabajo escrito cada conclusión se redacta en un párrafo. Para que identifiques lo más destacado haz el siguiente ejercicio: resume en una oración a cada una de las conclusiones (podría servirte la oración que cumple la función de idea principal en cada párrafo). Si no logras identificar cuál es esa oración, es una señal de que la redacción habría que corregir, pero ese es otro tema del que podríamos hablar en otra ocasión, si te interesa.
8. Recomendaciones
Sí…otra vez y por última vez, el orden de los objetivos te marca la pauta. Resume en una oración cada recomendación que tengas escrita en tu trabajo.
Recuerda que tu investigación es el resultado de tu pasión y dedicación, ¡y nadie mejor que tú para mostrar su valor!
¡Éxito en tu exposición!
Importante: Si deseas recibir mensajes exclusivos sobre Investigación Pro, suscríbete gratis y únete a nuestra comunidad.
Suscríbete gratis aquí: